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Crohn

ENFERMEDAD DE CROHN


En 1.932, el Dr. Burrill B. Crohn, el Dr. Leon Ginzburg y el Dr. Gordon D. Oppenheimer publicaron un trabajo que marcó un hito en la descripción de las características clínicas de lo que ahora es conocido como la enfermedad de Crohn. La enfermedad de Crohn y una enfermedad relacionada, la colitis ulcerosa, son las principales divisiones del grupo de enfermedades llamadas enfermedades inflamatorias gastrointestinales E.I.I. A pesar que la enfermedad de Crohn afecta más comúnmente el final del intestino delgado (el Ilión) y el principio del intestino grueso (el colon), puede involucrar cualquier parte del tracto gastrointestinal. En la enfermedad de Crohn, todas las capas del intestino pueden estar involucradas y puede haber partes sanas entre tramos del intestino enfermo. Dependiendo de que parte de su intestino esté afectado por la enfermedad de Crohn, su médico le dará un nombre u otro.

La enfermedad de Crohn es una enfermedad intestinal inflamatoria. Provoca inflamación del tubo digestivo, que puede producir dolor abdominal, diarrea intensa, fatiga, adelgazamiento y desnutrición. La inflamación que provoca la enfermedad de Crohn puede afectar distintas regiones del tubo digestivo en diferentes personas.

Dicha inflamación suele propagarse hacia lo profundo de las capas del tejido intestinal afectado. La enfermedad de Crohn puede ser dolorosa y debilitante y, algunas veces, provocar complicaciones que pueden poner en riesgo la vida.

A pesar de que no se conoce ninguna cura para la enfermedad de Crohn, algunas terapias pueden reducir, en gran medida, los signos y síntomas e, incluso, provocar una remisión de largo plazo. Con tratamiento, algunas personas que sufren la enfermedad de Crohn pueden desempeñarse correctamente.

Tanto Los hombres como las mujeres parecen ser igualmente afectados. La enfermedad de Crohn puede afectar a personas de todas las edades, pero es principalmente una enfermedad de adultos jóvenes. La mayoría de los casos se diagnostica en pacientes de menos de 30 años de edad, si bien un número mucho menor de pacientes puede presentar dicha enfermedad entre los 50 y los 70 años de edad. Sin embargo, la enfermedad puede presentarse en niños pequeños o en personas mayores.

Sabemos que la enfermedad de Crohn tiende a ocurrir en familias y ciertos grupos étnicos. Estudios han demostrado que del 20 al 25 por ciento de los pacientes pueden tener un familiar cercano ya sea con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa. Se ha estimado que aproximadamente de 5 a 8 por ciento de pacientes con enfermedad de Crohn pueden tener un pariente en primer grado (hermano, hermana, padre o hijo) con E.I.I. No parece haber un patrón claro de agrupamiento familiar, y los patrones hereditarios son probablemente muy complejos. Los investigadores están tratando activamente de establecer un vínculo de genes específicos que pueden gobernar la transmisión de esta enfermedad. Los datos sugieren que más de un gen puede estar involucrado. Por el momento, no hay manera para predecir si alguno, de los miembros de la familia desarrollara la enfermedad de Crohn.

Síntomas

En algunas personas con enfermedad de Crohn, solo está afectado el último segmento del intestino delgado (íleon). En otras, la enfermedad se limita al colon (parte del intestino grueso). Las zonas que se ven afectadas por la enfermedad de Crohn con mayor frecuencia son la última porción del intestino delgado y el colon.

Los signos y síntomas de la enfermedad de Crohn pueden oscilar entre leves y graves. Se suelen manifestar gradualmente, pero a veces se presentan de forma súbita, sin señales previas. También es posible que tengas períodos sin signos ni síntomas (remisión).

Cuando la enfermedad está activa, algunos signos y síntomas pueden ser:

  • Diarrea
  • Fiebre
  • Fatiga
  • Dolor y cólicos abdominales
  • Sangre en las heces
  • Llagas en la boca
  • Poco apetito y adelgazamiento
  • Dolor o drenaje cerca o alrededor del ano debido a la inflamación de un túnel hacia la piel (fístula)

Otros signos y síntomas

Las personas con enfermedad de Crohn grave también pueden presentar:

  • Inflamación de la piel, los ojos y las articulaciones
  • Inflamación del hígado o las vías biliares
  • Retraso en el crecimiento o en el desarrollo sexual, en los niños

Cuándo consultar al médico

Consulta con el médico si presentas cambios persistentes en tus hábitos intestinales o si tienes signos y síntomas de la enfermedad de Crohn, por ejemplo:

  • Dolor abdominal
  • Sangre en las heces
  • Episodios de diarrea constantes que no responden al tratamiento con medicamentos de venta libre
  • Fiebre sin causa aparente que dura más de uno o dos días
  • Adelgazamiento sin causa aparente

Diagnostico

No existe un examen único que inequívocamente diagnostique la enfermedad de Crohn. Para determinar el diagnóstico, los doctores consideran una combinación de información de la historia del paciente y un examen médico. Examinan los resultados de los exámenes de laboratorio, rayos X y los hallazgos de los exámenes endoscópicos y patológicos y excluyen otras causas conocidas de inflamación intestinal. Los exámenes con rayos X pueden incluir rayos X con Barium de la parte superior e inferior del tracto gastrointestinal. Los exámenes endoscópicos pueden incluir sigmoidoscopía flexible y algunas veces colonoscopía, que permite al doctor examinar directamente el colon con un tubo iluminado que se inserta a través del ano. Durante estos exámenes pueden obtenerse biopsias. Es importante asegurarse que una infección no esté causando los síntomas al paciente, así que exámenes de las heces fecales son hechos de rutina para buscar organismos nocivos. Debido a que la enfermedad de Crohn a menudo imita otras condiciones y los síntomas pueden variar ampliamente, un diagnóstico correcto puede llevar algún tiempo.

Causas

Aún se desconoce la causa exacta de la enfermedad de Crohn. En el pasado, se sospechaba que estaba relacionada con la dieta y el estrés; ahora, los médicos saben que estos factores pueden agravar la enfermedad, pero no la provocan. Es probable que varios factores, como los factores hereditarios y el hecho de que el sistema inmunitario no funcione adecuadamente, intervengan en su aparición.

Debido a que el cuerpo y la mente están intrínsecamente relacionados el estrés emocional puede influenciar el desarrollo de la enfermedad de Crohn o, para el caso, cualquier otra enfermedad crónica. Aunque ocasionalmente las personas experimentan problemas emocionales antes de un brote de su enfermedad esto no implica que el estrés emocional cause la enfermedad. Es mucho más probable que la angustia emocional sentida algunas veces por personas con enfermedad de Crohn sea una reacción a los síntomas de la misma enfermedad. Las personas con enfermedad de Crohn deberán recibir comprensión y apoyo emocional de sus familiares y médicos. Algunos pacientes son ayudados considerablemente por un terapeuta que tenga conocimientos acerca de E.I.I o de enfermedades crónicas en general.

  • Sistema inmunitario. Es posible que un virus o una bacteria desencadenen la enfermedad de Crohn. Cuando el sistema inmunitario trata de combatir microorganismos invasores, una respuesta inmunitaria anormal provoca que también ataque las células del tubo digestivo.
  • Factor hereditario. La enfermedad de Crohn es más frecuente en las personas que tienen familiares con esta enfermedad; por lo tanto, es posible que los genes influyan en la probabilidad de padecerla. Sin embargo, la mayoría de las personas con enfermedad de Crohn no tienen antecedentes familiares de la enfermedad.

Factores de riesgo

Entre los factores de riesgo para la enfermedad de Crohn se pueden incluir los siguientes:

  • La edad. La enfermedad de Crohn puede desarrollarse a cualquier edad, pero esta afección suele iniciarse durante la juventud. La mayoría de las personas que desarrolla la enfermedad de Crohn son diagnosticadas antes de los 30 años de edad.
  • Origen étnico. Aunque la enfermedad de Crohn puede afectar a cualquier grupo étnico, los blancos tienen el mayor riesgo, y esto incluye a las personas de ascendencia judía de Europa Oriental (ashkenazi). Sin embargo, la incidencia de la enfermedad de Crohn está aumentando entre los negros que viven en Norteamérica y el Reino Unido.
  • Antecedentes familiares. Si algún familiar cercano, como un padre, hermano o hijo, padece esta enfermedad, tienes un mayor riesgo de contraerla. Hasta 1 de cada 5 personas con enfermedad de Crohn tiene un familiar con la misma enfermedad.
  • El tabaquismo es el factor de riesgo controlable más importante para el desarrollo de la enfermedad de Crohn. Fumar también conduce a una enfermedad más grave y a un mayor riesgo de someterse a una cirugía. Si fumas, es importante que dejes de hacerlo.
  • Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Estos incluyen ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros), naproxeno sódico (Aleve), diclofenaco sódico (Voltaren) y otros. Aunque estos no causan la enfermedad de Crohn, pueden provocar inflamación del intestino, lo que empeora la enfermedad.
  • Lugar de residencia. Si vives en una zona urbana o en un país industrializado, es más probable que desarrolles la enfermedad de Crohn. Esto sugiere que los factores ambientales, entre ellos una dieta alta en grasa o alimentos refinados, podrían jugar un papel en la enfermedad de Crohn.

Complicaciones

La enfermedad de Crohn puede dar lugar a una o más de las siguientes complicaciones:

  • Obstrucción intestinal. La enfermedad de Crohn afecta el espesor de la pared intestinal. Con el tiempo, algunas partes del intestino se pueden cicatrizar y estrechar, lo que puede obstruir el paso del contenido digestivo. Es posible que necesites una cirugía para extirpar la parte afectada del intestino.
  • Úlceras. La inflamación crónica puede provocar llagas abiertas (úlceras) en cualquier parte del tubo digestivo, incluso en la boca, el ano y la zona genital (perineo).
  • Fístulas. A veces, las úlceras se pueden extender por toda la pared intestinal y generar una fístula, es decir, una conexión anormal entre diferentes partes del cuerpo. Pueden aparecer fístulas entre el intestino y la piel o entre el intestino y otro órgano. Las fístulas más frecuentes se presentan cerca o alrededor de la zona anal (perianal).

Cuando las fístulas se forman en el abdomen, es posible que los alimentos no pasen por partes del intestino necesarias para su absorción. Pueden aparecer fístulas entre las asas intestinales, en el interior de la vejiga o la vagina, o en la piel, lo que puede provocar un drenaje continuo del contenido intestinal a la piel.

En algunos casos, las fístulas se pueden infectar y formar abscesos, que pueden poner en riesgo la vida si no se tratan.

  • Fisura anal. Se trata de un desgarro pequeño en el tejido que recubre el ano o en la piel que lo rodea, en donde pueden ocurrir infecciones. Suele estar relacionado con movimientos intestinales dolorosos y puede dar lugar a una fístula perianal.
  • Desnutrición. La diarrea, el dolor abdominal y los cólicos pueden dificultar la alimentación o la capacidad del intestino de absorber suficientes nutrientes para mantenerte nutrido. También es frecuente presentar anemia debido a la deficiencia de hierro o vitamina B-12 que provoca la enfermedad.
  • Cáncer de colon. Cuando la enfermedad de Crohn afecta el colon, aumenta el riesgo de presentar cáncer de colon. Las pautas generales de análisis para la detección del cáncer de colon en personas sin enfermedad de Crohn recomiendan una colonoscopia cada 10 años a partir de los 50 años. Pregúntale al médico si tienes que realizarte este análisis antes o con mayor frecuencia.
  • Otros problemas de salud. La enfermedad de Crohn puede provocar problemas en otras partes del cuerpo. Algunos de estos problemas son la anemia, trastornos de la piel, osteoporosis, artritis y enfermedades hepáticas o de la vesícula.
  • Riesgos de los medicamentos. Algunos medicamentos para tratar la enfermedad de Crohn que bloquean las funciones del sistema inmunitario están relacionados con un pequeño riesgo de presentar ciertos tipos de cáncer, como linfoma y cáncer de piel. También aumentan el riesgo de infección.

Los corticoesteroides se pueden asociar con el riesgo de tener osteoporosis, fracturas óseas, cataratas, glaucoma, diabetes y presión arterial alta, entre otras afecciones. Trabaja con el médico para determinar los riesgos y beneficios de los medicamentos.

Tratamiento

Debido a que no hay cura médica para la enfermedad de Crohn, la meta es suprimir la respuesta inflamatoria. Esto permite que el tejido intestinal sane y alivia los síntomas de la fiebre, diarrea y el dolor abdominal. Una vez que los síntomas son controlados, la terapia médica es usada para hacer menos frecuente los brotes de enfermedad y mantener la remisión. Varios grupos de medicamentos forman hoy en día la base de la terapia para enfermedad de Crohn.

 

La cirugía llega a ser necesaria en la enfermedad de Crohn cuando el medicamento ya no controla los síntomas o cuando hay una obstrucción intestinal u otras complicaciones, tales como abscesos intestinales. En la mayoría de los casos, se remueve el segmento del intestino enfermo y cualquier absceso asociado (resección). Los dos extremos saludables del intestino se unen entonces (anastomosis). Mientras la resección y la anastomosis pueden permitir muchos años libres de síntomas, esta cirugía no es considerada una cura para la enfermedad de Crohn, porque recurre frecuentemente cerca o en el sitio de la anastomosis. También puede requerirse una ileostomía cuando la cirugía es efectuada debido a la enfermedad de Crohn en el colon. Después de que el cirujano remueve el colon, trae el intestino delgado hacia la piel para que los desechos puedan ser vaciados en una bolsa adherida al abdomen. Este procedimiento es necesario si el recto está enfermo y no puede ser usado para una anastomosis. La cirugía también puede ser efectuada para reparar una fístula o fisura.

Una buena nutrición es esencial en cualquier enfermedad crónica pero especialmente en esta enfermedad, que se caracteriza por reducción del apetito, pobre absorción y diarrea. Todos estos síntomas privan al cuerpo de líquidos, nutrientes, vitaminas y minerales. Restaurar y mantener una nutrición adecuada es parte vital en el manejo médico de la enfermedad de Crohn. Los alimentos parecen no desempeñar ningún papel en las causas de la enfermedad. Sin embargo alimentos blandos y suaves pueden causar menos molestia que los condimentados o altos en fibra, cuando la enfermedad de Crohn está activa. Excepto por la restricción de leche para los pacientes que no toleran la lactosa, la mayoría de los gastroenterólogos tratan de ser flexibles en la planificación de dietas para sus pacientes con enfermedad de Crohn.